Las redes sociales nos van señalando día a día la celebración de algún acontecimiento, profesión o causa significativa para nuestra sociedad. Así llegamos al 5 de diciembre y se nos recuerda que es el Día Internacional del Voluntariado.
Esta celebración muestra el compromiso de las Naciones Unidas por: «reconocer a los voluntarios y las organizaciones de voluntariado, así como sensibilizar sobre su labor. El propósito es reconocer su compromiso, informar a la gente sobre el impacto del voluntariado en la paz y el desarrollo sostenible y, a su vez, rendirles homenaje por su dedicación y su impacto«.
Una pregunta clave para un día como hoy es: ¿Qué tanto valoramos la labor de los voluntarios en nuestra sociedad? A esta pregunta Google nos dirá que en su popular buscador las palabras «voluntariado» y «voluntario» llegan a cerca de 40 millones de resultados. Sin embargo, al comparar con palabras como «empleo» y «empleado», observamos que la idea del voluntariado apenas representa un 10% de los más de 400 millones de contenidos asociados al mundo del empleo.
¿Estamos ante una mera coincidencia o ante el hecho obvio de que el voluntariado es menos valorado en comparación al mundo del empleo? Quizá esta exploración inicial no nos despeje por completo la duda, pero al menos nos permite asomar la hipótesis de que en comparación al mundo del empleo y del mercado laboral, la idea del voluntariado tiene un menor peso en función, no solo de la producción de contenidos que nos muestra Google, sino en la vida cotidiana de las personas.
Y es que resultaría obvio pensar la expresión: «Me empleo, luego existo» en vez de «Me hago voluntario, luego existo». Y a donde quiero llegar es a señalar que para muchas personas pareciera que el ser voluntario es algo improductivo o una pérdida de tiempo, mas en un entorno en el que pareciera que se lucha por la supervivencia, pareciera entonces que todo conspira contra la valoración del voluntariado en nuestros días. Es aquí donde Peter Drucker nos regala una excelente frase que nos invita a dejar de ver al voluntariado y al mundo del trabajo como ideas antagónicas, pues: «Las personas mejores y más dedicadas son finalmente voluntarias, puesto que ellas tienen la oportunidad de hacer algo distinto con sus vidas”. Y vaya que cuando Drucker dice esto también piensa en las centenares de iniciativas ciudadanas y de voluntarios que existen en el mundo.
Creo que esta es una de las razones por las que en 1985 se apostó por visibilizar, celebrar y dar las gracias a aquellas personas que desde distintos ámbitos, y en distintas escalas, impulsan la construcción de un mundo mejor desde una opción voluntaria.
En lo particular soy de la opinión de que todo emprendedor tiene algo de voluntario, y viceversa. Desde este espacio nos ponemos a la orden para seguir fortaleciendo la idea del voluntariado y del emprendimiento social, para lo cual es pertinente compartir lecciones aprendidas en la gestión de voluntariado, así como unir esfuerzos para contagiar el compromiso, motivar y potenciar el voluntario. Pronto sabrán más cosas que estamos preparando junto con otros voluntarios, emprendedores y organizaciones que comparten este norte. La Cosa es Emprender.
¡Felicidades a los Voluntarios de manos, cabeza y corazón!
PD: Aquí les dejamos un breve pero motivador vídeo en favor del voluntariado…
#LaCosaEsEmprender 